28 febrero 2008

¿Quién está orbitando la Luna?

El espacio alrededor de la Tierra es una zona de gran actividad, tan atiborrada de tránsito como una rotonda. Más de quinientos satélites activos se encuentran funcionando allí arriba en este momento. Algunos están transmitiendo señales de radio, de televisión y de teléfono; otros están recolectando información sobre la atmósfera o el estado del tiempo o ayudan a las personas a navegar por el planeta; y el resto se encuentra llevando a cabo investigaciones espaciales.

Pronto, el espacio alrededor de la Luna también estará ocupado. China, Japón, India, Rusia y Estados Unidos ya han enviado o planean enviar satélites allí para obtener vistas aéreas de las características geográficas lunares y de sus recursos.

¿Por qué la Luna resulta tan atractiva?

Por un lado, porque está cerca. La podemos ver mejor que lo que vemos cualquier otra cosa en el espacio. Y es alcanzable, incluso para aquellos países cuyos programas espaciales aún se encuentran en sus primeras etapas. Para ellos representa un gran primer paso.

De hecho, dos de esas naciones ya están ahí: Japón y China están orbitando la Luna ahora.

La sonda espacial Kaguya, de Japón, anteriormente conocida como SELENE, llegó a la Luna en octubre de 2007. Su misión: construir mapas detallados de la superficie lunar, buscar agua (un recurso clave para los futuros alunizajes tripulados) congelada en cráteres profundos y estudiar el campo gravitacional de la Luna.

Barbara Cohen, una científica lunar del Centro Marshall para Vuelos Espaciales y que se describe como una "lunática", dice que la nave "Kaguya es el Cadillac de las misiones en este momento. Es inmensa, de hecho está compuesta por tres satélites separados y tiene instrumentos excelentes. Realizará muchos trabajos sobre partículas y campos que ningún otro satélite planificado de la actualidad hará. Además, podrá orientar todos sus instrumentos hacia el mismo punto sobre la Luna simultáneamente".

El satélite principal de la misión Kaguya lleva a bordo 13 instrumentos científicos, entre los que se incluye una cámara de televisión de alta definición (HDTV ó High Definition Television, en idioma inglés), que ya está enviando a la Tierra imágenes increíbles de paisajes lunares que se extienden a grandes distancias como si fueran un camino abierto, donde aparece la Tierra saliendo sobre el horizonte lunar:

Apenas un mes después de que Japón llegó a la Luna, China hizo lo suyo: la nave espacial china Chang'e-1 entró en órbita alrededor de la Luna el 5 de noviembre de 2007. Durante su misión, de un año de duración, trazará mapas de nuestro satélite natural mediante la toma de imágenes en tres dimensiones de la superficie lunar entera. Este satélite artificial enviará las primeras imágenes detalladas de algunas áreas cercanas a los polos lunares, donde son mayores las posibilidades de encontrar hielo de agua.

Chang'e-1 es la primera de una serie de tres naves espaciales chinas: Chang'e-2 realizará un alunizaje y contará con un vehículo de exploración sobre la superficie, mientras que Chang'e-3 traerá algunas muestras de suelo lunar de regreso a la Tierra. Los chinos esperan algún día poder enviar seres humanos para que construyan una base lunar, pero por ahora se están avocando a recopilar conocimientos y experiencia, paso a paso.

Dentro de algunos meses, India piensa enviar su propia sonda Chandrayaan-1 en órbita alrededor de la Luna. En sánscrito, "Chandrayaan" significa "Nave Lunar". Un instrumento creado con fondos de la NASA, el Topógrafo de Mineralogía Lunar (Moon Mineralogy Mapper, en idioma inglés), estará a bordo de dicha sonda y utilizará un espectrómetro infrarrojo para trazar un mapa del terreno lunar y darnos de este modo un panorama muy detallado de la ubicación de distintos minerales. La misión Chandrayaan-2, planeada para despegar en 2010 o 2011, hará posar un vehículo robótico de exploración sobre la Luna. El vehículo explorador recorrerá la superficie lunar, recogerá muestras de suelo o de rocas, realizará análisis químicos y enviará los datos a la nave espacial que estará arriba, en órbita.

La NASA tiene una gran participación en esta "Gran carrera hacia la Luna". Dentro de algunos meses, la agencia planea lanzar el Orbitador de Reconocimiento Lunar (Lunar Reconnaissance Orbiter o LRO, en idioma inglés), una nave espacial que posee muchos instrumentos destinados a trazar mapas de la Luna y a ubicar recursos clave que van desde agua hasta materiales para la construcción.

"La misión del LRO proporcionará las imágenes de más alta resolución (alrededor de 50 cm por pixel) que pueda tomar cualquier instrumento que se haya planificado actualmente para viajar a la Luna", dice Cohen. "Esto significa que podremos ver rocas de sesenta centímetros (dos pies) de diámetro, lo cual nos permitirá observar posibles sitios de alunizaje que nos permitirán evaluar el terreno y los posibles riesgos para el retorno de los seres humanos a nuestro satélite natural. La sonda LRO también llevará un instrumento que porta 'plástico equivalente a tejido' para evaluar el daño que provoca la radiación en la piel de los seres humanos".

En 2011, el Laboratorio Interior y de Recuperación de Gravedad (Gravity Recovery and Interior Laboratory o GRAIL, en idioma inglés), de la NASA, se asomará a las profundidades de la Luna para revelar su anatomía y su historia. Esta misión, que forma parte del programa Discovery de la NASA, hará sobrevolar dos naves gemelas alrededor de la Luna durante varios meses con el fin de medir su campo gravitacional en gran detalle y responder preguntas sobre cómo se formó la Tierra y otros planetas en nuestro sistema solar.

Tanto la sonda LRO como el GRAIL nos brindarán información valiosa para ayudar a planear el regreso de astronautas estadounidenses a la Luna, en la próxima década.

Estados Unidos ya ha estado allá, podrá pensar usted. Cierto, pero apenas permanecimos ahí lo suficiente como para rasguñar la superficie de la Luna, literalmente. Las ganas de regresar son muchas. El Dr. Wesley Huntress, partidario de los proyectos lunares y director emérito del Laboratorio de Geofísica del Instituto Carnegie, lo dice mejor que nadie:

"... muchas naciones cuyos programas espaciales se encuentran en desarrollo tienen a la Luna en su mira. En las próximas décadas, se producirá un renacimiento de la exploración científica de la Luna y Estados Unidos no querrá perdérselo. El atractivo que tiene la Luna para los programas espaciales en desarrollo alrededor del mundo puede ser un catalizador para una nueva era de exploración espacial; una era de cooperación internacional...".

 

El regreso a la Luna no estaría completo sin la participación de uno de los pioneros en llegar a ella: Rusia. Después de la carrera hacia la Luna que tuvo lugar en la década de 1970, la hoy desaparecida Unión Soviética abandonó la exploración lunar. Los científicos rusos, sin embargo, continuaron mirando con nostalgia hacia ese globo plateado en el cielo de la noche, reconociendo su valioso potencial para las investigaciones científicas. Ahora, es posible que el programa espacial ruso, cuyo objetivo es montar una base en un futuro distante, lance su proyecto Luna-Glob en los próximos años. Los planes incluyen un módulo orbital que desplegará 13 sondas, entre las cuales se incluyen penetradores y un módulo para el alunizaje, con el fin de responder a preguntas sobre los orígenes de la Luna y también para buscar hielo de agua.

"Varias misiones se superponen, pero esto está bien en ciencia", añade Cohen. "Haremos una mayor cobertura del terreno y obtendremos una mejor resolución ya que podremos unir datos de instrumentos similares. Esto es así, en parte, deliberadamente. La NASA no desea depender demasiado de otros países para recolectar los datos que se necesitan con el objetivo de que los seres humanos regresen a la Luna. ¿Qué sucedería si otro país cancelara su compromiso de enviar algún vehículo o si un vehículo fallara? Preferimos volar nuestras propias misiones con nuestros propios instrumentos para estar seguros de que recolectamos nuestros propios datos básicos y entonces definitivamente colaboraremos con otros países y misiones para compartir, refinar y mejorar los datos".

¿Cuánto tiempo falta para que la Luna esté rodeada de tránsito de satélites como lo está ahora la Tierra? Con la actual carrera lunar, no mucho. Hacia fines de 2011, nueve satélites podrían estar zumbando por allí. Es un muy buen comienzo.

Fuente: Aqui.

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