La mariposa engañadora de hormigas
Engañan a los insectos imitando químicamente su exterior para que críen a sus larvas
Las mariposas hormigueras de lunares ('Maculinea alcon') tienen una capacidad asombrosa para estafar a las hormigas. No sólo consiguen que éstas críen a sus larvas, sino que logran que estas hijas adoptivas sean mejor tratadas que las propias.
Unos científicos daneses han descubierto ahora que ese éxito radica en su capacidad de imitar la cubierta química exterior de algunas especies de hormigas, debido a un proceso de coevolución que es fruto del flujo de determinados genes.
Esta capacidad implica un proceso de coevolución entre ambos insectos que es fruto del flujo de determinados genes entre especies, fenómeno que hay que tener muy en cuenta a la hora de reintroducir a las depredadoras mariposas en un ambiente natural.
Estas curiosas y hermosas mariposas, que están en peligro de extinción en muchos países europeos, hace ya tiempo que han despertado el interés científico por su curioso comportamiento.
Las 'M. alcon' depositan sus huevecillos sobre diferentes plantas, como el tomillo o la genciana. Durante tres semanas se alimentan de las hojas, hasta que se dejan caer al suelo para que las encuentren las hormigas.
Éstas las tocan con sus antenas con objeto de comprobar de qué se trata, momento en el que la larva de mariposa libera una feromona que la convence de que larva es de hormiga y también un jugo azucarado que hace las delicias de los insectos. No necesita más para convencerlas.
Luego, durante los 10 meses que dura su etapa de oruga, logran engañar a sus compañeras para que las críen en sus propios hormigueros, haciendo creer a las anfitrionas de que se trata de sus propias larvas. Las madres adoptivas incluso llegan a rechazar a sus propias crías, de las que, para mayor escarnio, se alimenta la oruga.
¿Cómo consiguen no ser rechazadas por la colonia? Pues, según han descubierto los daneses, porque tienen una capacidad asombrosa de copiar el perfil químico exterior de sus anfitrionas y éstas también se adaptan a ellas.
Los investigadores del Instituto de Biología de la Universidad de Copenhague, dirigidos por David R. Nash, compararon la superficie química de las larvas de hormigas de dos especies, la 'Myrmica rubra' y la 'Myrmica ruginodis' en tres ubicaciones diferentes donde existía la mariposa 'M. alcon' y de otros tres emplazamientos donde nunca se había visto.
Ejemplo de 'coevolución'
Fue así como observaron que los perfiles químicos de las hormigas 'M. rubra' variaban significativamente entre las poblaciones que convivían con los lepidópteros, algo que no se repetía con la otra especie de hormigas.
«Estos cambios en la superficie química de las parasitadas 'M. rubra' indican que la combinación entre ellas y las mariposas en cuestión son un ejemplo de coevolución, como una continua carrera de armamentos químicos a través de la mímica», explican los autores del trabajo en la revista 'Science' de esta semana.
Es más, comprobaron que cuanto mejor era la imitación de la cutícula de las hormigas, más éxito a la hora de atraerlas, si bien era algo que variaba según la localización de la colonia.
Por tanto, concluyen que las mariposas hormigueras de lunares son un peligro para las colonias de sus anfitrionas, un factor que, señalan, debe ser tenido en cuenta a la hora de reintroducirlas en su ambiente natural.
La 'M. alcon' fue descrita por primera vez en 1775, en Viena. En España es una especie rara y en peligro, que habita sobre todo en el tercio norte peninsular. Su principal amenaza es la destrucción de su hábitat debido a cambios en el uso del suelo. Su alta especialización ecológica y el aislamiento de sus colonias, formadas por unos cientos de individuos, le hace especialmente vulnerable a los cambios en el medio.
Fuente: Aqui.
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