13 diciembre 2007

Combustibles alternativos con agua salada

En el futuro, puede que veas muchas gaviotas volando despistadas alrededor de tu gasolinera habitual. Esto podrá ser que mas que a gasolina, las gasolineras olerán como playas. Todo esto dependerá si se decide reanudar y desarrollar un invento creado por John Kanzius que utilizaba el agua salada como uno de los combustibles alternativos existentes. Por medio de ciertas investigaciones hechas por este ingeniero, se dio cuenta que bajo las condiciones ideales, el agua salada podía arder a temperaturas muy altas. Con un poco de preparación y ciertos arreglos, podría bien ser un combustible a utilizar en el futuro.

La aventura de Kanzius empezó con un diagnóstico de Leucemia en el año 2003. Enfrentándose a un tratamiento de quimioterapia que lo debilitaría, decidió que trataría de inventar una alternativa mejor a esta forma de cura. Lo que salio de está investigación fue el RFG (Radio Frequency Generator), una máquina que podía generar ondas de radio y enfocarlas en zonas muy precisas. Kanzius utilizó el dispositivo para calentar pequeñas partículas de metal insertadas en los tumores, destruyéndolos sin dañar las células sanas.

Te preguntarás ¿qué tiene que ver el tratamiento del cáncer con el agua salada utilizado como combustible? Durante una demostración del RFG, un observador pudo notar el aparato estaba causando que el agua se condensara en un tubo de ensayo cercano. Si el RFG podía hacer que el agua se condensara, en teoría podría separar la sal del agua de mar. Quizá entonces se podría desalinizar el agua, un evento de proporciones globales. Esto por si solo es toda una noticia dados los problemas que hay en ciertas partes del mundo.

Durante esta primera prueba, noto otro curioso efecto. Cuando se acercó al tubo de ensayo que tenía agua salada, vio que salían chispas. Esto no es una reacción normal para el agua. Kanzius hizo la prueba de nuevo. Esta vez encendiendo una servilleta y tocando el agua mientras estaba en la ruta de la máquina RFG. La sorpresa con la que se encontró fue mayúscula – el tubo de ensayo entró en ignición y se mantuvo encendió mientras el RFG estaba puesto.

Al principio, las noticias de este experimento fueron en general vistas como algo falso, pero cuando los químicos de la universidad del estado de Penn usaron el RFG, y realizaron los experimentos, encontraron que efectivamente eran verdad. El RFG podía encender y quemar agua salada. La llama podía alcanzar temperaturas de hasta 3000 grados Fahrenheit y seguir quemando mientras el RFG estuviera en marcha.

¿Cómo podía prender el agua salada? Todo tiene que ver con el hidrógeno. En su estado normal, el agua salada tiene una composición estable hecha de cloruro de sodio (sal) e hidrógeno y oxígeno (agua). Las ondas de radio de del equipo de Kanzius rompía esta estabilidad, degradando las ataduras que mantenía la química del agua salada junta. Esto libera las moléculas de hidrógeno volátiles, y el calor de la salida del RFG los enciende  y los quema indefinidamente.

¿Funcionarán los coches del futuro con agua salada en lugar de gasolina? Puede ser que si. Primero hay algunos puntos importantes que hay que solucionar. Veremos algunos de estos puntos más abajo.

Desde la crisis de petróleo de 1970 reveló el peligro de nuestra dependencia de este combustible, químicos, ingenieros y charlatanes han intentado descubrir nuevas alternativas. De hecho, John Kanzius no es el primero en probar el agua como un combustible potencial. En 2006, una compañía llamada Hidrogen Technology Applications (HTA) creo el Aquygen, un gas hecho de hidrógeno separado del agua por descargas eléctricas. El gas de hidrógeno, cuando se mezclaba con gasolina normal, crea un combustible mucho más eficaz que la gasolina por si sola, al quemar lo que se considera lo “sobrante” y usándolo como energía. Se dice que este gas reduce la polución como beneficio adicional.

Denny Klein, presidente de la HTA creo un coche híbrido resultante de un Ford Escora de 1994. Este vehículo usaba electricidad del alternador para crear el impulso necesitado para la separación del hidrógeno. Entonces enviaba el gas al tanque de combustible para su mezcla. Sin embargo, mientras que el gas de hidrógeno producido era un combustible muy eficiente, también era muy volátil, lo que significa que podía explotar en ciertas circunstancias.

Hay otro error de diseño en el Aquygen, una que comparte con el RFG de Kanzius. Ambos luchaban con el promedio de la entrada de energía y su salida, es decir, su eficiencia. Este problema en ambos sistemas hace que muchas personas vean este tipo de inventos como descubrimientos científicos de poco valor. Mientras que el RFG produce una llama de hidrógeno que quema de forma estable, la cantidad de energía que resulta es menor que la cantidad de energía necesaria para poner en marcha el RFG.

En este sentido, cualquier energía que sale de la llama de agua salada no se puede considerar una fuente de energía. Solo es una manifestación de la energía que la está haciendo funcionar, y solo en una pequeña cantidad. Esto hace poco probable que el RFG pueda producir un combustible como recurso real y viable.

Casi cualquier proceso químico o eléctrico produce algún tipo de energía, por ejemplo, en forma de calor. Cuando lo que queremos es potencia, la meta es crear más energía que su propio proceso necesita. Si haces una lista de las pocas fuentes de energía que producen más energía de la que consumen, te podrás dar cuenta de lo complicado de conseguir una y lo frustrante que es investigar en nuevas vías alternativas. Es un poco como la alquimia – la búsqueda de convertir metales ordinarios en metales preciosos.

Fuente: Aqui.

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