El caso de Poltergeist de Enfield, Londres
A finales de agosto de 1977, la señora Peggy Harper, una divorciada de unos 40 años, acababa de acostar a dos de sus cuatro hijos en la cama. Vivían en una casa adosada con tres dormitorios en el norte de Londres, concretamente en la humilde barriada de Enfield. Era casi de noche, Janet, de once años y su hermana Pete, de diez, se quejaron en mitad de la noche de que su cama no paraba de moverse sacudiéndolos de arriba a abajo. Tan pronto como la señora Harper acudió alarmada a la habitación de los niños los extraños fenómenos habían cesado.
La noche siguiente sobre las 9.30 de la noche, volvió a ocurrir algo que alarmó tanto a Janet como Pete, inmediatamente llamaron a su madre Peggy, habían escuchado unos fuertes ruidos, según decían la silla no paraba de moverse, así que Peggy se llevó la silla del dormitorio para tranquilizar a sus hijos, les dio, una vez más, las buenas noches y apagó la luz, y en ese instante ella también pudo escuchar esos extraños ruidos procedentes del suelo de la habitación. Encendió la luz y observó que sus hijos estaban acostados en la cama y todos los muebles y objetos estaban en orden. Peggy apagó de nuevo la luz, y el extraño ruido comenzó una vez más, oyeron resonando por todas las paredes de la casa cuatro fuertes golpes, raps, al encender de nuevo la luz la señora Harper observó asombrada que un pesado baúl que había sido utilizado para la mudanza estaba desplazado unas 18 pulgadas de su sitio, fue entonces cuando supo que no eran los niños los que producían, al menos físicamente, esos fuertes ruidos. Seguidamente la señora Harper empujó el baúl contra la pared y al girarse para salir de la habitación el baúl volvió a moverse quedando exactamente en la posición anterior. Esta vez ocurrió mientras estaba presente y con la luz encendida, era imposible que hubiera podido moverse solo.
La Señora Harper recuerda horrorizada el miedo en los niños, sus gritos, desesperados por salir de sus camas e ir abajo. "Me convencieron de que allí ocurría algo inexplicable". Viendo que las luces de los vecinos estaban encendidas, La señora Harper, todavía con ropa de cama llamó a la puerta de al lado para que sus vecinos le ayudaran a registrar la casa y el jardín pero no encontraron a nadie. Pero instantes después también oyeron los golpes en las paredes que se repetían durante cortos intervalos. A las 11 de la noche llamaron a la policía, ellos también pudieron escuchar los golpes, un oficial incluso decía que una silla se movía inexplicablemente por toda la casa, y firmaron más adelante una declaración escrita para confirmar los acontecimientos. Al día siguiente los fenómenos continuaron, se pudieron ver juguetes volar por la habitación de los niños. Estos sucesos se convierten en tónica habitual durante los siguientes tres días, parecía que nadie los podía ayudar entonces, Harper y sus vecinos fueron con la prensa. El DAily Mirror envió a un veterano redactor, George Fallows, a un fotógrafo, Graham Morris, y a un reportero, Douglas Bence, después de estar en el interior de la casa durante varias horas no sucedió nada, parecía que todo había cesado, los reporteros decidieron marcharse y cuando casi estaban en su coche los llamaron, y al regresar a la vivienda pudieron observar personalmente el fenómeno, un ladrillo de lego golpeó en la frente del fotógrafo mientras intentaba tomar una instantánea.
Más adelante, cuando el fotógrafo reveló la fotografía notó que tenía un inexplicable agujero y que el ladrillo volador que le golpeó no podría ser visto por nadie. Fue entonces cuando George Fallows llamó al SPR (sociedad para la investigación Psíquica), inmediatamente llamaron a Maurice Grosse, uno de sus miembros residente en la zona norte de Londres.
El 5 de septiembre, una semana después de que comenzaran los fenómenos, Grosse llegó a la casa, pero durante los días siguientes no ocurrió nada fuera de lo común. Entonces el 8 de septiembre, mientras que Grosse y los periodistas vigilaban la casa expectantes algo ocurrió, fue entre las 10 y las 11 de la noche, oyeron un fuerte golpe en el dormitorio de Janet. Al subir descubrieron que la silla de la habitación siendo suspendida en el aire a una altura de unos cuatro pies, Janet se encontraba dormida. Pero una hora más tarde volvió a suceder y esta vez el fotógrafo Morris estaba preparado y capturó el acontecimiento en su película. Grosse experimentó en ese momento varios sucesos paranormales, vio como las puertas se abrieron solas, sintió una fría brisa recorrer su cuerpo y uno de los juguetes volaron sin que nadie visible los lanzara.
El 10 de septiembre, el caso del poltergeist de Enfield salió en la primera página del periódico Daily, pronto la radio LBC de Londres se hizo eco de la noticia y esa misma tarde, Grosse, la señora Harper y sus vecinos participaron en un programa de TV.
Los fenómenos continuaron, habían interferencias en los sistemas eléctricos de la casa, los objetos desaparecían y aparecían inexplicablemente horas después, las grabaciones de los reporteros de la BBC se borraban misteriosamente, una cámara de infrarrojos instalada en secreto en el dormitorio apareció completamente averiada. Grosse pronto se unió a la investigación con el escritor Lyon Playfair y los dos pasaron los siguientes dos años estudiando el caso, hasta que finalmente los sucesos cesaron. Los golpes en las paredes y entresuelo de la vivienda se convirtieron habituales cada día, los muebles se movían y eran lanzados escaleras abajo, los cajones de los muebles salían disparados, los juguetes y otros objetos volaban por la habitación, misteriosos charcos de agua se encontraron en el dormitorio, surgían de la nada brotes de fuego que se extinguían inexplicablemente sin dejar rastro de quemaduras, cortinas que se retorcían como si fueran sacudidas por el viento cuando todas las puertas y ventanas de la casa se encontraban cerradas, incluso sucedieron casos de levitación humana. Janet aseguraba haber sido tomada y arrojada al aire por una entidad invisible (esto está atestiguado por los vecinos).
Ambas muchachas decían que la fuerza invisible las sacaba de la cama y Janet aseguró que la cortina del lado de su cama se retorcía varias veces en espiral y se le enrollaba en el cuello intentando estrangularla, esto fue confirmado por su madre que fue testigo del suceso más de una vez.
Uno de los fenómenos que más sorprendió a los investigadores fue una voz extraordinaria, áspera y masculina que salía de la garganta de Janet, ésta decía que en esos momentos no ejercía ningún control sobre su propia voz y entraba en trance. La voz decía que pertenecía a varias identidades y hablaba a menudo en lenguaje obsceno.
Una de estas identidades aseguraba que había muerto en esa misma casa. Esta era la única voz que podían verificar, la conclusión fue que se trataba de un hombre que había muerto años atrás en esa misma casa, y de este acontecimiento no sabían nada ningún miembro de los Harpers. Continuando en su afán por buscar ayuda llegaron psiquiatras y doctores locales para estudiar a Janet y saber si padecía alguna enfermedad mental, tenía una segunda personalidad o quizás había realmente una entidad paranormal. Maurice Grosse comentó a los especialistas sobre la sospecha de que esas extrañas voces no parecían pertenecer al espectro vocal de Janet, pero estos le contestaron que todos tenemos un segundo registro de voz que si se entrena adecuadamente podemos llegar a utilizarlo, pero para producir una voz tan grave y profunda, como la que producía Janet, el proceso podría llegar a ser muy costoso y doloroso. Esta teoría pronto fue sostenida por una grabación de 'la voz' con un laringógrafo (los patrones de los registros dejaban ver las frecuencias de las ondas que pasaban a través de la laringe). Sin embargo para producir esta profunda y grave voz durante tan largo periodo de tiempo naturalmente debería tener consecuencias en la voz normal de Janet, pero la voz de Janet no parecía afectada en absoluto.
Grosse concluía que la misteriosa fuente de la actividad del poltergeist parecía tener inteligencia, puesto que obtenía respuestas a preguntas simples (tal como ocurrió en la casa de las hermanas Fox) mediante golpes secos o raps, un golpe seco para contestar con un no y tres para contestar con un si. Durante una de las sesiones, Grosse preguntó cuantos años había vivido la supuesta entidad en la casa, la contestación llegó con 53 raps.
Janet pasó seis semanas en Maudsley Hospital en Londres Sur donde experimentó pruebas precisas para detectar cualquier anomalía tanto física como mental, pero no se encontró nada y durante ese tiempo la actividad poltergeist de la casa cesó completamente.
Expertos como el Profesor Hasted, jefe del departamento de física de la universidad de Birkbeck y varios investigadores más del SPR concluyeron al final que toda la supuesta actividad paranormal era fruto del engaño de Janet.
Una cámara de video puesta en secreto en el dormitorio filmó a Janet doblando cucharas e intentando doblar una barra de hierro con las manos. Ella fue también vista saltando de arriba abajo sobre la cama, de donde ella diría más tarde que fue lanzada.
A pesar de como concluyó este caso, en engaño, allí parece haber fuertes pruebas que concluyen que los fenómenos iniciales que acontecieron en la casa eran genuinamente paranormales...
Fuente: Aqui.
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