Los astrónomos observan un lejano atardecer
R.S. BOYD / McClatchy Newspapers
WASHINGTON
Los astrónomos han detectado por primera vez lo que parece un crepúsculo en un planeta fuera del sistema solar.
Mediante el Telescopio Espacial Hubble, los expertos descubrieron rastros de una neblina roja que rodea una bola de gas caliente parecida a Júpiter que orbita una estrella a 63 años luz --595 billones de kilómetros-- de la Tierra.
La neblina es similar a la densa atmósfera de Venus y Titán, la luna más grande de Saturno, según Frederic Pont, astrónomo del Observatorio de Ginebra, en Suiza, quien dirigió el equipo de científicos.
El descubrimiento es otro paso en el proyecto de encontrar un planeta parecido a la Tierra con características que permitan la vida humana. La NASA planea realizar varias misiones espaciales para detectar tales objetos.
Desde 1995 los astrónomos han detectado 268 planetas extrasolares que orbitan a 230 estrellas. Algunos forman sistemas solares en miniatura que tienen hasta cinco planetas. Ninguno ha probado ser un planeta frío y rocoso como la Tierra, y en ninguno hay condiciones para la vida humana como la conocemos.
El planeta identificado por Pont --llamado HD 189733b-- fue descubierto en el 2005 en uno de sus frecuentes pasos frente a su estrella. Al cruzar frente a ésta, oscureció brevemente la luz que llega a la Tierra. Esta reducción de luz, de aproximadamente 3 por ciento, se repitió cada 2.2 días mientras el objeto giraba alrededor de su planeta.
El tamaño de la estrella es el 75% de nuestro sol y puede verse con binoculares en la constelación Vulpecula (Pequeño Zorro).
La neblina se descubrió porque los gases en la atmósfera de un planeta afectan el color de la luz en su camino hacia la Tierra. La luz roja de este planeta reveló trazas de hierro, silicato y óxido de aluminio, componentes de rubíes y zafiros.
En julio del año pasado varios investigadores británicos, con la ayuda del Telescopio Especial Spitzer de la NASA, informaron haber hallado indicios de vapor de agua en la misma atmósfera del planeta, pero el equipo de Pont no halló pruebas semejantes, de modo que se teme que pudo haber sido una falsa alarma.
En abril de este año, sin embargo, el astrónomo norteamericano Travis Barman, del Observatorio Lowell, en Flagstaff, Arizona, informó de señales claras de vapor de agua en la atmósfera de un planeta diferente que está a 150 años luz --1,416 billones de kilómetros-- de distancia en la constelación Pegaso.
Este planeta, llamado Osiris, por la diosa egipcia de los muertos, tiene carbón, oxígeno y agua en su atmósfera. Es aproximadamente 1.3 veces más grande que Júpiter y orbita a su estrella cada 3.5 días a una distancia de 4 millones de millas, mucho más cerca de lo que Mercurio está del sol. Su temperatura, de casi 2,000 grados Fahrenheit, lo hace inhabitable para cualquier tipo de vida conocida en la Tierra.
El planeta en la constelación Vulpecula es aproximadamente 1.25 veces más grande que Júpiter. Está sólo a 3 millones de millas de su estrella, y su temperatura, de unos 1,700 grados Fahrenheit, es también demasiado caliente para la vida que conocemos.
Fuente: El Nuevo Herald
Perro Rivas Roth (Miami)
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