Perdido el contacto con la Mars Global Surveyor
Los ingenieros de la NASA trabajan para restaurar las comunicaciones con el orbitador marciano Mars Global Surveyor, el más antiguo con el que cuenta la agencia espacial en el Planeta Rojo.
El 2 de noviembre, después de que se enviasen desde la Tierra varias órdenes para desplazar los paneles solares -una maniobra rutinaria- el vehículo informó que uno de los motores que desplazan a uno de los paneles había experimentando errores. El software de protección de abordo respondió tal y como estaba previsto, poniendo en marcha el motor de reserva.
Tras estos problemas iniciales, tuvo lugar un cese de comunicaciones durante los días 3 y 4 de noviembre. La señal de la sonda fue nuevamente recibida el día 5 de noviembre durante cuatro órbitas diferentes, pero no incluía ningún dato sobre el estado del propio vehículo. La frecuencia de la transmisión de la Mars Global Surveyor indicaba claramente que ésta había entrado en modo seguro, un estado preprogramado de actividad restringida en el que se esperan instrucciones de la Tierra y no se lleva a cabo ninguna acción. Desde entonces no se han obtenido señales de nuevo. Los ingenieros concluyen en base a este comportamiento que la sonda ha llevado a cabo una respuesta preprogramada, cuya finalidad es poder sobrevivir a una situación en la que los paneles solares se encuentran atascados. Debido a ello, el vehículo se ha reorientado para situar los paneles solares en dirección hacia el Sol para mantener altos sus niveles energéticos, rotación que hace que las comunicaciones desde la Tierra con la sonda espacial sean menos efectivas.
De todas formas, se están barajando otras hipótesis que puedan explicar el problema surgido: las dificultades con la orientación de los paneles solares podrían haber causado un descenso de los niveles energéticos hasta tal extremo que el vehículo no pudiese enviar o recibir señales; la antena de alta ganancia también podría hallarse mal orientada por un error en el sistema de seguimiento estelar o por el impacto de un micrometeorito. Y en el peor de los casos, el vehículo podría haber dejado de funcionar para siempre.
Los intentos de recepción de señal por parte de la NASA se extenderán hasta el sábado 11 de noviembre de 2006. Si entonces no se ha recibido información, se procederá a fotografiarlo con la cámara de otro orbitador, la Mars Reconnaissance Orbiter (MRO). Ambos vehículos se aproximan varias veces por semana a unos 100 kilómetros de distancia entre si, con lo cual la toma de imágenes desde la MRO sería una labor relativamente sencilla. La cámara de la MRO puede obtener imágenes suficientemente detalladas como para determinar la orientación global de la Mars Global Surveyor y la de sus paneles solares, información que revelará si ésta se ha puesto en modo seguro o no.
Hasta el momento la NASA está empleando sus antenas de 70 metros de diámetro instaladas en la Red de Seguimiento para Espacio Profundo (DSN) para efectuar este seguimiento. El problema añadido es que existe una gran presión para detener la búsqueda si los problemas no se resuelven tras un tiempo, de tal manera que se puedan emplear las antenas para otras misiones. Hay que considerar el hecho de que el alto número de misiones activas mantiene extremadamente saturado al DSN.
Este problema tiene lugar justo tras cumplirse 10 años desde que la Mars Global Surveyor fuese lanzada al espacio. El orbitador ha permanecido operativo más que ninguna otra sonda enviada a Marte, retornando más información que todas las misiones previas conjuntamente. Su trabajo original consistía en examinar el planeta durante un año marciano, equivalente aproximadamente a dos años terrestres, ampliándose repetidamente la misión hasta la fecha actual.
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