29 abril 2006

Superpegamento bacteriano



Encuentran un superpegamento procedente de unas bacterias que viven en las corrientes de agua, y los científicos quieren copiar este pegamento para poder utilizarlo en aplicaciones quirúrgicas.

Caulobacter crescentus es una bacteria que se ancla a las superficies para no ser arrastrada por la corrientes. Es la primera bacteria en colonizar casi cualquier corriente de agua incluyendo las tuberías de agua corriente o los catéteres médicos.

Esta bacteria vive en ambientes pobres en nutrientes y debido a esa razón su número es, en general, muy pequeño con lo que no suponen una amenaza para los humanos, aunque medren en las tuberías de agua corriente.

Se ancla con una fuerza equivalente a sujetar 5 toneladas de peso en el área de una moneda grande. Parece que millones de años de evolución han seleccionado un pegamento formidable.

Nadie sabía cómo era de resistente este pegamento hasta que un grupo de físicos diseño un modo de medir la resistencia del mismo. El pegamento está compuesto de largas moléculas orgánicas de azúcares, formando lo que se llama un polisacárido.

Los investigadores de Indiana University Bloomington y Brown University cultivaron células bacterianas sobre la punta de una pipeta flexible y usaron una segunda para extraer dichas células de su localización. Mediante el examen de la deflexión de la pipeta calibraron la fuerza necesaria para dislocar las bacterias de anclaje. Les llevó varios meses poner a punto el sistema.

Finalmente descubrieron que para arrancar una de estas bacterias se necesita aplicar unos 70 newtons por milímetro cuadrado. El pegamento comercial tipo superglue deja de funcionar cuando se aplican entre 18 y 28 newtons por milímetro cuadrado. De hecho, hace falta un micronewton para arrancar una sola de estas bacterias.

Como este pegamento funciona en ambientes húmedos podría ser utilizado como un adhesivo quirúrgico biodegradable. Una vez se estudie su composición se podrá sintetizar industrialmente.

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