09 enero 2008

Un salto tecnológico permitirá desentrañar la telaraña cósmica

Astrofísicos explican cómo los experimentos y nuevas tecnologías que serán lanzados en los próximos años abrirán una nueva ventana hacia los orígenes y complejidades del universo.

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Los científicos creen que un salto cuántico en la potencia informática y el desarrollo de poderosos nuevos telescopios permitirán desentrañar pronto la "telaraña cósmica", una teoría según la cual el universo está unido por hilos invisibles de "materia oscura".

En una serie de artículos divulgados en la edición del viernes de la revista Science, prestigiosos astrofísicos explican cómo los experimentos y nuevas tecnologías que serán lanzados en los próximos años abrirán una nueva ventana hacia los orígenes y complejidades del universo.

Las herramientas actuales han permitido tener un esbozo sobre cómo nació el universo tras el Big Bang y cómo se mantiene unido por la fuerza gravitacional de la misteriosa "materia oscura". Pero no son lo suficientemente precisas como para hacer un mapa real de la telaraña cósmica, que se estima mantiene unidas las mil millones de galaxias brillantes en el universo conocido, o para revelar detalles sobre cómo se forman e interactúan las galaxias. Varios proyectos en marcha ayudarán a cambiar eso, aseguran los autores.

"Estamos a punto de realizar tremendos progresos gracias a los nuevos observatorios (planeados), los avances teóricos que se están realizando y los avances en informática", explicó Claude-Andre Faucher-Giguere, de la Universidad de Harvard, principal autor de uno de los artículos.

Cuando se implementen los nuevos proyectos, los astrofísicos podrán usar ondas de radio para mirar atrás en el tiempo y ver la imagen de los días oscuros del universo antes que surgieran las estrellas y los planetas. "Hace mucho, mucho tiempo el universo estaba lleno de hidrógeno neutro, pero en determinado punto se formaron las primeras estrellas y el universo pasó de neutro a ionizado, y el hidrógeno neutro desapareció", dijo Faucher-Giguere en una entrevista telefónica.

Los observatorios de baja frecuencia que están siendo construidos o planificados y el poderoso telescopio espacial James Webb que se planea lanzar en 2013 explorarán el universo para detectar alguna señal de hidrógeno neutro.

"A medida que miras más lejos a través de un telescopio estás viendo el universo en un periodo más temprano", explicó el científico. Si logran mirar lo suficientemente lejos como para encontrar este hidrógeno neutro, los astrofísicos podrán probar que su teoría de la formación del universo es correcta, dijo Faucher-Giguere.

Otro proyecto clave es el experimento GAIA de la Agencia Espacial Europea, que a partir de 2011 medirá y hará un mapa de los movimientos de más de mil millones de estrellas en nuestra galaxia. Sumado a los avances propuestos en las herramientas usadas para recolectar las observaciones astronómicas, estas mediciones deberían mostrarnos en la próxima década cómo se forman los grupos de galaxias, indicó Rodrigo Ibata del Observatorio Astronómico de Estrasburgo.

"Podremos, por primera vez, volver a unir las estrellas dispersas debido a antiguos eventos de acrecentamiento, analizando minuciosamente la Vía Láctea y conociendo su historia", escribió. "Podremos entonces determinar directamente hasta qué punto la galaxia fue formada a partir de galaxias enanas que cayeron a través de la telaraña cósmica local", explicó.

Otro terreno en el cual se esperan grandes avances es en el descubrimiento de bariones faltantes, que son las partículas subatómicas que conforman las estrellas, los planetas y hasta las personas. Actualmente los astrofísicos pueden dar cuenta de aproximadamente la mitad de la masa bariónica que debería estar presente según el modelo estándar del universo.

"Encontrar los bariones faltantes y por lo tanto producir un inventario completo de posiblemente el único componente detectable de la masa energética del universo es crucial para validar o invalidar nuestro actual modelo cosmológico", estimó Fabrizio Nicastro, del Centro de Astrofísica del Harvard-Smithsonian. Los rayos X de alta resolución y la óptica ultravioleta han permitido a los astrofísicos comenzar a rastrear los bariones cósmicos, explicó.

Fuente: Aqui.

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