25 diciembre 2007

Nueva Teoría sobre el Inicio y fin del Universo

El reloj del universo no tiene comienzo ni final, pero pese a ello el tiempo es finito, según un teórico de Nueva Zelanda.

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La teoría, que aborda el misterio histórico del origen del universo junto con otros problemas y paradojas de la cosmología, plantea un nuevo modo de ver el concepto del tiempo; uno que tiene más en común con la visión "cíclica" del tiempo sostenida por pensadores antiguos tales como Platón, Aristóteles y Leonardo Da Vinci, que con la creencia influenciada por el calendario cristiano y la Biblia sobre un tiempo "lineal", ahora tan profundamente enraizado en el pensamiento occidental moderno.

La teoría de Peter Lynds involucra a la segunda ley de la termodinámica, uno de los pilares de la física, y la explicación subyacente de por qué en la naturaleza siempre experimentamos acontecimientos que sólo se desarrollan en una dirección del tiempo. Esta ley se relaciona con el hecho de que el calor nunca puede pasar espontáneamente de un cuerpo más frío a otro más caliente. La capacidad del calor para dispersarse le hace fluir hacia zonas frías. Debido a esto, los procesos naturales que implican transferencia de energía tienden a tener una dirección y a ser irreversibles. Sin embargo, ¿qué sucedería si, debido a ciertas condiciones físicas extremas, el calor no pudiera fluir hacia una zona fría y fuera forzado a fluir hacia una zona más caliente?

En su teoría, Lynds postula que en lugar de que esto inevitablemente suceda y se quiebre la segunda ley de la termodinámica, justo antes de que el universo se colapse gravitacionalmente en un "big crunch" o que la materia alcance el centro de un agujero negro, el orden de los eventos debería invertir su dirección.

Asumiendo que todas las leyes de la física (con la excepción de la segunda ley de la termodinámica) son reversibles en el tiempo y funcionan igualmente bien en ambas direcciones, Lynds afirma que no se contravendría ninguna ley de la física por tal reversión, y que también permitiría que se continuase sosteniendo la segunda ley de la termodinámica.

Esto contrasta con teorías anteriores que implican la reversión termodinámica del tiempo, incluyendo la de Thomas Gold en los años 60 y la de Stephen Hawking en los 80, que implican romper la segunda ley de la termodinámica. Tales teorías generalmente han sido descartadas por los físicos debido a las contradicciones que surgían directamente de una violación de la segunda ley; contradicciones que la teoría de Lynds evita, según él.

Lynds afirma que si dentro de muchos miles de millones de años el universo deja de expandirse y se contrae en un Big Crunch, ese concepto revisado de la reversión termodinámica del tiempo conduciría a un esquema coherente de un cosmos en el cual no hay diferencia entre pasado y futuro, y, sobre el así llamado comienzo del universo, el Big Bang, podría decirse igualmente que ocurre en el pasado o en el futuro del Big Crunch. Esto implica que el Big Bang y el Big Crunch podrían ser uno la causa del otro, proveyendo así una respuesta a la más insuperable de las preguntas: ¿que fue lo que causó el Big Bang?.

Fuente: Aqui.

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